Comenzamos la campaña hablando de la importancia de la prevención a través de estilos de vida saludables desde que somos pequeños para prevenir enfermedades como el cáncer.
La prevención consiste en reducir o evitar la exposición a factores relacionados con la aparición de cáncer, lo que también incluye actividades de promoción de la salud, y no solo evitar el consumo de alcohol, tabaco, obesidad,… ¿Cómo?
- Cuidando nuestra alimentación.
- Realizando ejercicio físico.
- Aprendiendo a gestionar nuestras emociones.
Alimentación
Una dieta rica en verduras, fruta, aceite de oliva, pescado y legumbres, y, limitar el consumo de productos grasos, carne, embutidos, dulces y bebidas azucaradas, puede reducir hasta en un 30% el riesgo de desarrollar cáncer de mama.
Ejercicio físico
El ejercicio físico resulta imprescindible para un hábito de vida saludable para la prevención del cáncer de mama. Las mujeres que hacen una vida sedentaria tienen un 71% más de riesgo de desarrollar cáncer de mama que aquellas realizan 150 minutos a la semana de ejercicio moderado (recomendación internacional de ejercicio físico).
Gestión emocional
Es muy importante:
- Identificación. Reconocer las emociones es un aspecto fundamental; saber diferenciar qué emoción es la que estoy sintiendo es el primer paso para gestionarlo.
- Regulación emocional. Se trata de cómo nosotros influimos en nuestras emociones positivas y negativas y en las que otras personas experimentan, cuándo la experimentan, cómo las experimentan y cómo las expresan. Nos sirve para lograr metas y adaptarnos.
La prevención consiste en reducir o evitar la exposición a factores relacionados con la aparición de cáncer, lo que también incluye actividades de promoción de la salud y no solo evitar factores cancerígenos como el consumo de alcohol, obesidad,…
Todo esto es importante que lo conozcamos y seamos conscientes de ello desde pequeños para prevenir enfermedades como el cáncer.