Continuando con el ámbito físico de esta campaña #OctubreRosa, hablamos de la caída del pelo en las pacientes diagnosticadas de Cáncer de Mama cuando empieza un tratamiento de quimioterapia.
¿Por qué hay casos en los que la pérdida del pelo supone un gran malestar? ¿Cuándo comienza la caída del cabello? ¿Qué tengo que tener en cuenta cuando comienza? ¿Qué es recomendable tras finalizar el tratamiento? Hablamos de estas dudas y algunas más en esta publicación. Si tienes alguna duda, estaríamos encantadas de poder ayudarte 😊
Importancia del pelo en el aspecto físico
¿Por qué hay casos en los que la pérdida del pelo supone un gran malestar? Para muchas mujeres el pelo puede representar una parte muy importante de su identidad personal.
Por este motivo, cuando empieza la pérdida de pelo "las mujeres lo pasan muchísimo peor", porque "parece que parte de su feminidad o parte de su 'ser mujer' se perdiese también con el pelo".
Caída del pelo durante el tratamiento: Cabeza, vello, cejas y pestañas
Dependiendo del tratamiento, a partir de la segunda semana después de la primera quimio comienza a caerse el pelo de la cabeza, pero las cejas y las pestañas se caen paulatinamente más tarde. En este proceso es importante:
- Tener los recursos (pelucas, pañuelos, gorros…) preparados antes de que se comience a caer el cabello.
- Se aconseja cortarse el pelo antes de que se comience a caer, pero dependiendo de la propia elección, puede ser corte progresivo para ir adaptándote a tu nueva imagen o cuando percibas que la caída es importante.
- Se debe dejar transpirar el cuero cabelludo, por lo que si puedes estar en algún momento del día sin cubrirte la cabeza con pelucas ni pañuelos o gorros mucho mejor.
- Importante proteger el cuero cabelludo del sol e hidratarlo con cremas para su buen mantenimiento.
- Si vas a querer hacerte micropigmentación o microblading en las cejas, debe ser antes de comenzar los tratamientos, ya que durante estos no se podrá realizar para evitar infecciones.
El pelo tras el tratamiento
Una vez finalizado el tratamiento, el pelo puede volver a crecer de forma diferente, como rizado, de otro tono diferente… Además, al principio suele salir de forma más débil, pero con el tiempo se va haciendo más fuerte.
Para poder teñirse el pelo, sí deberá pasar un tiempo prudencial (entre cuatro y cinco meses) desde la finalización del tratamiento, hasta que la piel se haya regenerado tras la quimioterapia y el riesgo de alergia se haya reducido.
Es recomendable utilizar un tinte sin amoniaco lo más natural y suave posible, que no irrite vuestro frágil cuero cabelludo y respete e hidrate vuestro cabello que está más delicado.
Otro componente del que debéis huir en un tinte tras un tratamiento de quimioterapia es el PPD (parafenilendiamina) es un agente que posee una elevada capacidad para crear sensibilización por contacto. Se utiliza como ingrediente de los colorantes de los tintes capilares que tienen la mayoría de coloraciones y causante de irritaciones y de las mayorías de alergias.