El estudio POSITIVE demuestra que las pacientes con cáncer de mama que interrumpieron la terapia endocrina para buscar un embarazo no experimentaron peores tasas de recaída a corto plazo.
Al impacto psicológico de la enfermedad, se suma que el 40-60% de las pacientes diagnosticadas de cáncer de mama a los 40 años o menos están preocupadas por su fertilidad.
Este estudio se diseñó para dar respuesta a esa preocupación de las mujeres que reciben la recomendación de realizar un tratamiento hormonal de al menos 5 años.
Con los resultados de este estudio, las mujeres jóvenes con cáncer de mama pueden serlo con cierta seguridad, interrumpiendo la terapia durante un periodo de tiempo para retomarla después, al haber comprobado que no hay una diferencia entre la evolución de estas pacientes y las que realizan el tratamiento hormonal continuo.
Solo un 5-10% de las pacientes con cáncer de mama se quedan embarazadas, a pesar de que estudios han demostrado que el embarazo después del cáncer es factible y seguro. Y es que a muchas mujeres les preocupa que el tratamiento dificulte la concepción o que el embarazo pueda agravar su enfermedad.
Los resultados de POSITIVE son tranquilizadores, pero cualquier decisión de este tipo debe tomarse junto a los profesionales de la salud implicados en el seguimiento de cada mujer.
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