Familia y pareja: Comunicar el diagnóstico

Comunicar el diagnóstico

Comunicar que te han diagnosticado cáncer de mama puede ser tan difícil como escuchar a tu médico darte la noticia. Es posible que te sientas preocupada por alterar a tu familia y amigos o por cómo reaccionarán.

Aún después de haber dado la noticia, habrá momentos en que te resulte difícil comunicarte abiertamente. A veces es incómodo pedir ayuda, responder preguntas sobre cómo estás o decirles a parientes y amigos bienintencionados que necesitas tiempo y espacio propios.

Los siguientes consejos pueden ayudarte a comunicar el diagnóstico a tu pareja e hijos.

Pareja:

  • Hacer que tu pareja asista a tus consultas médicas cuando sea posible.
  • Expresa claramente tus necesidades.
  • Pregúntale a tu pareja qué necesita.
  • Programa tiempo para estar juntos, a solas.
  • Acepta el hecho de que tal vez tengan distintas formas de manejar la situación.
  • Determinen qué ajustes se necesitarán en el hogar y pidan ayuda juntos.
  • Prepárense para posibles cambios en sus relaciones sexuales.
  • Busca ayuda profesional si la necesitas.

Hijos:

  • Planifica la conversación con anticipación.
  • Utiliza un lenguaje simple y directo para definir qué es el cáncer, en qué parte del cuerpo lo tienes y cómo se tratará.
  • Asegúrate de que los niños comprendan que no son culpables del cáncer y que este no se “contagia”.
  • Diles cómo te afectará el tratamiento para el cáncer.
  • Diles que tendrán todo lo que necesitan para que estén tranquilos.
  • Mantén los límites de costumbre.
  • Invita a los niños a que hagan preguntas y aprendan más.
  • Diles que tendrás tiempo para ellos.
  • Usa un tono positivo y optimista sin hacer promesas.
  • Informa lo que sucede a los maestros, consejeros escolares, entrenadores y otros cuidadores.

Familia tras la enfermedad

Durante el cáncer de mama y tras el proceso, se pueden dar cambios en la estructura familiar que hay que tener en cuenta:

  • Cambio de roles de relación.

El cáncer a menudo obliga a cambiar los roles habituales en la relación. Una persona que siempre ha estado a cargo o que se ha desempeñado como cuidador puede tener problemas en aceptar un rol más dependiente. O una persona que no se ha desempeñado en esos roles puede tener problemas para asumir el control y convertirse en un cuidador.

  • Cambio de responsabilidades.

En la mayoría de las relaciones, cada miembro de la pareja se ocupa de tareas específicas en el día a día. Durante y tras la enfermedad, estas responsabilidades quizás se deben alterar por los efectos secundarios de la enfermedad o por las secuelas de esta.

  • Cambiar las necesidades físicas.

El cáncer y su tratamiento pueden afectar a las necesidades físicas, como su nivel de energía o apetito. Es posible que su pareja no se dé cuenta de que necesita ayuda ni sepa cómo ayudar. Por eso, es importante hablar con sinceridad y expresar sus necesidades claramente.

  • Cambiar las necesidades emocionales.

Cada miembro de la pareja puede tener necesidades emocionales diferentes que cambian con frecuencia. Después de un diagnóstico de cáncer, ambos pueden sentir tristeza, ansiedad, enojo o incluso desesperanza. Pero ambos miembros de la pareja podrían necesitar que se les demuestre de manera extra que aún los aman.

Las parejas deben ser sensibles a las necesidades emocionales cambiantes que acompañan un diagnóstico de cáncer.

  • Cambios en planes futuros.

El cáncer a menudo cambia las esperanzas y los sueños de una pareja. Sus planes de jubilarse, viajar o convertirse en padres podrían cambiar y provocar sentimientos de tristeza o incluso enojo.

Es útil reevaluar las prioridades y trabajar juntos para establecer objetivos nuevos a corto plazo, como finalizar el tratamiento del cáncer. Cosas que parecían importantes antes del diagnóstico de cáncer pueden dar lugar a nuevas prioridades, como disfrutar de más tiempo juntos.

Pero poner en pausa algunos objetivos, en lugar de cambiarlos por completo,
podría contribuir a sus expectativas de cara al futuro.

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