Memoria y concentración: Chemo-brain

Algunas personas enfermas de cáncer pueden sufrir daño cognitivo asociado al tratamiento con quimioterapia. Este deterioro suele ser sutil y tiende a desaparecer con el tiempo, pero en algunos casos puede convertirse en una grave secuela.

López-Santiago, S., Cruzado, J. A., & Feliú, J. (2011). Chemobrain: revisión de estudios que evalúan el deterioro cognitivo de supervivientes de cáncer tratados con quimioterapia. Psicooncología, 8(2/3), 265.
Algunos tratamientos empleados contra el cáncer de mama, como la quimioterapia, pueden producir trastornos cognitivos en algunos pacientes que se conocen popularmente como “chemo-brain”.

Este déficit cognitivo aparece hasta en un 75% de los pacientes que han recibido tratamiento oncológico e influye de forma negativa en su vida social y en su calidad de vida: Trastorno de memoria verbal a corto plazo, memoria visual, memoria auditiva y memoria de trabajo (almacenamiento de información), déficit de atención, velocidad de procesamiento de la información y evocación de palabras.

¿Qué podemos hacer ante el chemo-brain?

Las alteraciones cognitivas pueden persistir a corto y largo plazo, por lo que se recomienda una rehabilitación cognitiva precoz para prevenir el deterioro o bien una vez detectado el problema.

Esta rehabilitación se basa en tareas para mejorar las diferentes funciones cognitivas y actividades cotidianas (estas dependerán del grado de severidad del trastorno de memoria).

  • Ejercicios, juegos (crucigramas, sudoku, sopa de letras, etc.) en lápiz y papel, o utilizando un ordenador / Tablet / móvil.
  • Lectura de artículos, revistas y libros con sucesiva reelaboración de la información que se ha retenido.
  • Actividad física.
  • Dieta sana y equilibrada.
  • Dormir y descansar bien.
  • Técnicas de relajación como yoga, mindfulness, tai-chai o pilates.
  • Utilizar estrategias compensatorias como apuntarse las cosas que hay que hacer o comprar a lo largo del día.
  • Estrategias de regulación emocional, como el apoyo de un psicoterapeuta que ayude a entender los cambios que han aparecido y apoye durante todo el camino.
Recomendamos que en el caso de padecer déficit de memoria o para prevenirlo, contactar con su oncólogo de referencia
para valorar la posibilidad de un soporte neuropsicológico que pueda hacer una exploración para detectar alteraciones y
activar medias de rehabilitación.

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